En este tiempo de confinamiento nuestros hábitos diarios se han visto modificados por los diferentes cambios que estamos viviendo. Antes podíamos separar las tareas del trabajo y las de la casa porque estábamos en lugares diferentes, pero hoy estamos viviendo en el mismo lugar, pero con roles diferentes.
Es normal ver que los roles laborales, de familia e incluso de labores hogareñas se han visto fusionados a tal punto que los que no han cocinado han tenido que aprender y los que responden por sí mismos durante el día ahora deben responder por todos. En el caso de las parejas que tienen niños incluso se añade un rol de maestro debido a que ahora el estudio se da en casa y eso no está mal, solo es algo nuevo.
Otro de los mayores cambios es la necesidad que se ha generado de aprender a manejar plataformas digitales destinadas a las reuniones virtuales. Lo anterior da paso a nuevas experiencias, pero también a nuevos riesgos ya que, cómo se ha dicho recientemente en algunas revistas y periódicos, las personas se están agotando más fácilmente dentro de las reuniones de Zoom que en las reuniones físicas.
Esto se da por cosas como la necesidad actual de mantener una postura de interés por mucho tiempo genera cansancio, además de que se presta para situaciones de estrés al momento de plantearse si todo saldrá bien dentro de la reunión por factores como el Internet de los asistentes, el fondo que utilizamos, el mantener ordenado el lugar de la reunión y demás.
Finalmente, esto desemboca en que, como familia, nos cansamos de la virtualidad y es necesario tomar una pausa, para así poder descansar de la virtualidad y hacer una separación clara, así como Jesús lo hizo en el tiempo que pasó aquí en la tierra.
En Lucas 4:42 dice “Al amanecer, Jesús salió de la ciudad y fue a un lugar solitario”, lo cual implica que Jesús tomó una decisión previamente de apartarse de las multitudes para poder descansar y tener su tiempo a solas con Dios.
El descanso debe hacer parte de nuestra agenda, debemos poder marcar un límite y así poder darle un descanso a nuestra mente y nuestro cuerpo.
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