¿Te cuesta ir todos los días al trabajo porque no te gusta tu empleo? En esta serie hemos hablado sobre cómo sacar lo mejor de un trabajo difícil. Como cristianos debemos mostrar una actitud diferente en el mercado laboral, y sea que nos guste o no, debemos mostrar felicidad y diligencia aun cuando no tengamos animo para hacerlo. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para mejorar la atmósfera en el lugar donde trabajas:
Puedes iluminar tu sitio de trabajo con algo que traiga una sonrisa a tu rostro. Quizás puedas colocar un afiche que represente un lugar que amas, o comprar un calendario con un versículo diario, y todos los días al cambiar la fecha, lee el versículo y por un minuto medita en él. Otra cosa que puedes hacer es fijar metas semanales; cosas que ayudarán a tu crecimiento en el trabajo, o aprender nuevas herramientas, incluso tomar una acción hacia la búsqueda de un nuevo empleo. Sin embargo, entre tanto estés en el trabajo que tienes, no permitas que tu deseo de salir cause que sea bajo tu rendimiento. De hecho, fija la meta de lograr un rendimiento aún más alto, busca verdaderamente la excelencia; eso va requerir disciplina, pero será muy satisfactorio.
No estar feliz con el empleo que tienes no te da una excusa para hacer un trabajo mediocre. Sé honesto contigo mismo y pídele a Dios que te revele qué parte de tu falta de satisfacción podría ser tu propia responsabilidad; por lo general cada conflicto es de dos. No tengas temor en enfrentar tu propia actitud y reconocer en qué áreas debes mejorar.
A continuación puedes escuchar la tercera parte de la serie devocional “Aprovechando un empleo difícil”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.