Cuando hablamos de transformación hay que mencionar la palabra que no nos gusta; la palabra “D”; la palabra Disciplina. La disciplina crea transformación. Esto es un mensaje de The Christian Working Woman en español con un mensaje por Lisa Bishop.
¿Hay alguna área en tu vida que deseas cambiar? Quizás sea una relación que cae en patrones no saludables; o algo con tu trabajo o finanzas; tal vez tu salud o tu bienestar físico. A menudo queremos cambiar pero no queremos hacer el arduo trabajo que requiere la transformación. Queremos el resultado pero no queremos la disciplina. En un mundo instantáneo de soluciones rápidas nos acostumbramos a conseguir lo que queremos con el toque de un botón, pero lo cierto es que transformar áreas de nuestras vidas requiere más que un arreglo rápido.
Piensa las veces que iniciaste una nueva dieta, duró un día y al día siguiente te preguntaste ¿Por qué no he bajado diez kilos y perdido dos tallas? Ahora al decirlo suena ridículo, pero ¿Cuántos lo hemos pensado; o quieres mejorar tus finanzas y salir de deudas, pero sigues oprimiendo el botón de compras por internet; quizás decimos que queremos una relación amorosa y positiva con nuestro esposo o esposa, pero tenemos el hábito de criticar; o a lo mejor queremos que nos promocionen en el trabajo pero llegamos tarde a las reuniones y no logramos cumplir las metas.
Los logros que tenemos en todas las áreas de nuestra vida son el resultado de hábitos que hemos construido a través del tiempo. Si queremos transformar algún aspecto, debemos examinar los hábitos que han producido el resultado que tenemos actualmente, y es importante ser realmente honestos con nosotros mismos. Nuestros hábitos determinan nuestros resultados y crear resultados diferentes requiere disciplina. Escoge una área de tu vida con la cual te comprometas a transformar. Escribe los hábitos que han producido los resultados actuales. Ahora escribe los hábitos que necesitas para lograr los resultados que deseas obtener. Y aquí está la clave: Aclara bien el porque te comprometes con esta transformación. Es más probable que te mantengas comprometido con la disciplina para lograr tu visión cuando tienes una razón para ello.
Con respecto a la disciplina, el Apóstol Pablo dijo en 1 Corintios 9:27: “Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado”. Escoge el dolor de la disciplina por encima del dolor del lamento, abraza la incomodidad. Si te desvías, perfecciona el arte de la resiliencia y vuelve a la pista, con disciplina obtendrás la transformación.
A continuación puedes escuchar nuestra serie completa “Viviendo Vidas Transformadas”, y si te interesa ver más contenido como este no dudes en visitar nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.