Muchos del pueblo de Dios todavía están cargados de vergüenza, pero ten la seguridad de que Jesús quiere liberarnos de nuestra vergüenza. No quiere que sus hijos anden con una mochila llena de vergüenza sujetándolos. Este es un mensaje por Mary Lowman de The Christian Working Woman en español.
Si todavía guardas o sientes vergüenza, pregúntate qué mentiras estás creyendo de ti mismo. La vergüenza nos ataca personalmente; nos hace creer que somos inútiles y fracasados en lugar de vivir en la verdad de lo que somos en Cristo: nuevas creaciones. Si puedes mirar hacia atrás, donde comenzó tu vergüenza y llevar a Jesús a ese momento para que lo cure, entonces podrás comenzar a desentrañar esta colección de vergüenza que has estado cargando durante demasiado tiempo.
La vergüenza afecta todas nuestras relaciones. Primero afecta nuestra relación con Dios, en vez de acercarnos al trono de Dios con confianza, hace que nos escondamos de Dios, como Adán y Eva que se escondieron al ver su desnudez. Esa vergüenza te impide orar, te impide leer la Palabra de Dios, y también de tener comunión con otros creyentes. No te ves vestido con la justicia de Jesús; como creyente nacido de nuevo, que es tu verdadera posición en Cristo, sino al contrario, te ves vestido con tus propias ropas sucias. Olvidas que Dios te ha perdonado, ha borrado tus pecados y ya no los recuerda más.
La vergüenza también afecta tus relaciones con los demás. Te empuja a aislarte porque te sientes expuesto. Y cuando albergas vergüenza una y otra vez, te sientes tan mal que abres la puerta a emociones incontrolables como la ira y la rabia, lo que puede hacer que arremetas contra los demás y dañes esas relaciones, todo debido a esta vergüenza que te retiene en esclavitud.
Una mujer contó cómo aprendió a descartar la vergüenza usando un gesto físico de levantar las manos al aire y decir: “Libero esta vergüenza; esta vergüenza no me pertenece “. Esta puede ser una forma poderosa de reforzar tu decisión de dejar ir la vergüenza en tu corazón. Jesús despreció la vergüenza, la rechazó, y nosotros también podemos hacer eso. Para comenzar tu camino a la libertad de toda vergüenza usa la verdad de la Palabra de Dios, que es el arma más poderosa para resistirla.
A continuación puedes escuchar nuestra serie completa “Libres del vergüenza”, y si te interesa ver más contenido como este no dudes en visitar nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.