¿Te consideras una mujer sofisticada? Debo admitir que no soy una persona refinada. Durante las vacaciones de mi primer año en la universidad, mi mamá contrató a una tutora para darme clases de etiqueta social. Que ella gastara dinero en esas lecciones indica cuánta ayuda necesitaba.
No soy una persona glamurosa, pero me alegra comunicar que sí soy una persona llena de gracia. Y eso, no depende de mi elegancia o mi fluidez, ni de mis atributos físicos; sino de mi disposición hacia la palabra de Dios y de mi voluntad al permitir que Él llene mi vida. Juan 1:14 dice, “ Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” ¡Jesús estaba lleno de gracia y nosotros tenemos el privilegio de ser como Él! Como creyentes, cada uno está en el proceso de parecerse cada vez más a Jesús y de ser lleno de Su Espíritu.
Esta semana vamos a concentrarnos en ser personas llenas de gracia. Esto debe trascender a las palabras que decimos y las canciones que cantamos. Permitamos que Dios llene cada rincón de nuestra vida para ser un ejemplo vivo de Su favor, y poder compartirlo con los demás.
A continuación puedes escuchar la primera parte de la serie devocional “Disfrutando Su gracia”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.