Si nuestra vida como seguidores de Jesús no produce el fruto del Espíritu, hay que revisar porque seguramente, algo anda mal. Me encanta la definición que da C.S. Lewis, “cuando el Rey está en casa, el gozo es la bandera que ondea sobre el castillo del corazón”. Así también, el gozo, que es parte del fruto del Espíritu, debe ser evidente en ti.
Reflejar gozo permite que otros vean que el Rey vive en tu vida. Se notará en tu rostro, tus palabras, tu actitud y tus acciones. Créeme, las personas notarán esa alegría, es el mejor testimonio. Ora todos los días por esa felicidad sobre tu vida. Pídele a Dios que te ayude a enfocarte en lo que debes agradecer, no permitas que el mundo ni el enemigo te roben el gozo.
Dios también nos anima a ser agentes de paz. Por eso debemos enfocar nuestra mente en Jesús, el Príncipe de paz. Recuerda esto, ganas o pierdes tu día en las primeras horas de la mañana, lo mejor es pasar ese tiempo con Jesús y Su Palabra, así Él llenará tu vida de su reposo.
Tengo una amiga que conoció a Jesús por una de sus compañeras de trabajo quien reflejaba paz en un ambiente laboral caótico. Después de observar por un tiempo le preguntó, ¿cómo lo haces? Ella dijo que la diferencia era su fe en Dios y le recomendó leer el libro de Juan. Unos meses después, mi amiga aceptó a Jesús como el Señor de su vida. Todo porque una persona demostró paz en medio de un caos. Lo mismo te puede pasar, si reflejas constantemente el fruto del Espíritu Santo, verás muchos testimonios.
A continuación puedes escuchar la segunda parte de la serie devocional “Una vida fructífera”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.