¿Has escuchado acerca de los Cuerpos de Paz? Fueron creados por el gobierno de Estados Unidos hace más de cinco décadas como un servicio de ayuda humanitaria para otros países con el fin de traer paz al mundo. Sin duda es un fin y programa digno y valioso, pero nos gustaría proponer que cada persona que se haga llamar seguidor de Cristo se involucre en el Cuerpo de Paz, el Cuerpo de Paz de Jesús. ¿Quieres saber qué hacer para involucrarte?
Jesús, en el sermón del monte dijo: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”. Lo primero que tienes que saber si estas en el Cuerpo de Paz de Jesús, es el significado de ser un “hacedor de paz” es muy importante conocer la diferencia entre ser un “hacedor de paz” y uno que “guarda o mantiene la paz”. Una persona que hace la paz, la busca e intenta reconciliar las cosas y a las personas que están distanciadas. Por otra parte, una persona que guarda la paz, busca mantenerla a cualquier precio.
Jesús nos llamó a ser personas que trabajan por la paz, personas que tocan los temas correctos, que unen los unos a los otros y que confrontan cuando es necesario. Hacen más que simplemente estar en silencio. Una persona que simplemente guarda la paz mantiene separadas a las personas que están en oposición, solo previene que se acerquen. La meta del que hace la paz es unir a las partes para que se puedan poner de acuerdo y que no se ataquen entre sí.
Entonces, para estar el en cuerpo de paz de Jesús, debemos desarrollar la habilidad de ser personas que trabajan en pro de la misma. Puede ser que pienses que un hacedor de paz es una persona en autoridad, que trata grandes temas, pero Jesús le dijo estas palabras a personas que no tenían poder alguno para ejercer este rol de trabajar por la paz en una escala nacional o internacional. Más bien estaba hablando de algo que debía ser común para todos aquellos que lo escuchaban en el monte y que también debe ser aplicado hoy por todos sus seguidores. ¿Te gustaría unirte?
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