Cuando tenemos una reunión importante o un evento en particular solemos vestirnos de la mejor forma para llegar bien presentados, con buen aspecto y la mejor actitud. Asimismo debemos hacer con nuestra parte espiritual, buscando diariamente las promesas de Dios en su palabra. Aquellas promesas que nos llenarán de brillo, que activarán nuestra fe y esperanza en medio de las adversidades.  

Como familia, ¿estamos creyendo en las promesas que Dios nos ha dado? 

Es muy fácil creer cuando las cosas fluyen dentro del hogar, pero cuando nos quedamos sin empleo, nuestra pareja se enferma o entramos en crisis económica olvidamos los votos o las promesas que hicimos el día del matrimonio. 

Por eso, a continuación te daremos algunos versículos que serán de gran ayuda cuando la esperanza haya desvanecido, para que se vistan de las promesas del cielo en cada uno de sus hogares:

  • Promesa de paz, en medio de la intranquilidad y la desesperación Juan 14:27 “ ​Les dejo la paz. Es mi propia paz la que les doy, pero no se la doy como la da el mundo. No se preocupen ni tengan miedo”. 
  • Promesa de sanidad, en medio del diagnóstico médico: Salmo 107:19-20 “Entonces en su angustia pidieron ayuda al SEÑOR, y él los libró de sus sufrimientos. Dios dio la orden y los sanó, los libró de la muerte”.
  • Promesa de necesidad financiera: Salmo 37:19 “Ellos nunca sufrirán cuando lleguen los malos momentos, y siempre tendrán comida en tiempos de escasez”.
  • Promesa de ansiedad: Isaías 40:29 “Él da fuerzas al cansado y poder al indefenso” 

Hechos 16:31 dice: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y todos los de tu casa”. Y ese es el deseo de Dios, que de su mano construyamos un hogar, vivamos en armonía y nos apoyemos en medio de las dificultades, porque él estará con nosotros en cada temporada.

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