Esta semana hemos estado hablando sobre el conflicto y cómo aplicar la sabiduría de Dios frente a nuestros desafíos relacionales; ya sea si tienes conflictos en el trabajo, la casa o el colegio, la aplicación de los principios Bíblicos nos puede ayudar a resolver las diferencias de manera saludable y construir relaciones más fuertes y enriquecedoras.
Ayer hablamos que cuando nos encontremos en conflicto debemos pedirle al Espíritu Santo que nos examine. Hoy quiero hablar de la diferencia entre la contribución o la participación vs la culpa. Santiago 4:1 dice: “¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Aquí Santiago nos recuerda que a menudo son nuestros propios deseos los que nos llevan al conflicto, pero si somos honestos, cuando de problemas se trata, todos preferimos señalar. Siempre es tan fácil fijar la culpa en alguien más, en vez de asumir que hemos contribuido a un conflicto.
Ya puedo sentir la defensiva que surge en algunos de nosotros al escuchar que quizás hemos contribuido a la brecha relacional, pero aquí es donde entra la humildad. ¿Estamos dispuestos a mirar con honestidad como hemos contribuido nosotros al conflicto? Si tu respuesta inmediata es “no tengo nada que ver con este conflicto” te invito a considerar la siguiente pregunta, ¿Si tuviste algo que ver, qué podría ser? Si en verdad deseas resolver el conflicto, ¿harías un inventario honesto de tus pensamientos, tus acciones, y tus comportamientos?. Recuerda el viejo adagio: “Se requieren dos para el tango”. Esto no quiere decir que la otra persona también tenga algo que ver con la cizaña, pero asumir la responsabilidad contribuirá mucho hacia una resolución.
Piensa en algún conflicto actual, y reflexiona: ¿En qué he contribuido? ¿Qué responsabilidad debo asumir? ¿A qué tengo que renunciar con esta situación? ¿Qué debo soltar y confesar? ¿Cómo estorba la relación mi juicio, orgullo y necesidad de ser correcto? Sé honesto contigo mismo y confiésalo; recibe su perdón y asume humildemente tu posición. Recuerda: todos nos justificamos y nos echamos culpas, pero asumir nuestra responsabilidad dentro de un conflicto nos permite crecer y mejorar nuestras relaciones.
A continuación puedes escuchar la segunda parte de la serie devocional “Enfrenta el conflicto laboral”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.