¿Tienes actitudes fuertes hacia otros? Jesús se describió a sí mismo como manso y humilde de corazón, y a través de Pedro nos hace esta invitación, “que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos (…) más bien (…) en un espíritu suave y apacible. Esto sí tiene mucho valor para Dios.” Proverbios 15:1 dice, “la respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego.” La mansedumbre soluciona argumentos, frena la ira y restaura al que se equivocó.
Me encanta esta cita tomada del Diario de Oraciones Privadas, “que sea yo tan dispuesto a excusar a otros con las mismas excusas que me doy a mí mismo”. Sólo piensa, ¿eres propenso a juzgar y criticar a las personas? Con la ayuda del Espíritu Santo podemos tener otra actotud y ser humildes como Jesús.
Por último, el dominio propio. Proverbios 25:28 lo explica, “como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse”. En tiempos bíblicos las ciudades tenían murallas para su protección, cuando caían, cualquier cosa podía entrar a robar o destruir. Ocurre lo mismo con nosotros cuando perdemos el autocontrol, le abrimos la puerta a la destrucción.
Dale una mirada a tu interior, ¿en que parte están caídos los muros por la ausencia de domino propio? El enemigo puede encontrar así sea una fisura e invadir hasta el punto de destruir tu vida. Así que, repara tus muros rotos con oración. Además, pídele a alguien que te permita rendir cuentas en esa área, de esta forma crecerás en este fruto.
A continuación puedes escuchar la quinta parte de la serie devocional “Una vida fructífera”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.