Bailar bajo la lluvia es agradecer por todo, aun cuando atravesamos tormentas. “Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:18. Cuando enfrentamos circunstancias adversas como la pérdida de un ser querido, la falta de trabajo o un mal diagnóstico, es más difícil agradecer. Tal vez esto significa “sacrificio de alabanza”, dar gracias cuando parece que las cosas no tienen sentido. Dios se alegra de esa actitud porque demostramos que sin ver, le obedecemos y creemos sus promesas.
Santiago 1:2 dice, “Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.
Una tormenta tiene el propósito de enseñarte algo que falta. ¿Te falta fe? Crecerá más rápido en una borrasca que en cualquier otra situación. ¿Te falta gozo? En una tempestad, el gozo del Señor se convierte en tu fortaleza. ¿Te falta humildad? Un vendaval sopla todo el orgullo de tu corazón, te pondrá de rodillas y aprenderás humildad. ¿Es posible que te falte madurez? Sin duda crecerás, perderás la actitud inmadura a la que te has aferrado. ¿Qué te hace falta? ¿valor? Lo encontrarás allí, incluso para llevar el mensaje de Dios con autoridad y sin vergüenza. “Si amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan para bien”, por eso, podemos bailar bajo la lluvia.
A continuación puedes escuchar la segunda parte de la serie devocional “Cuando llegue la tormenta”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.