Seguiremos hablando sobre nuestra amiga Fran, a quien le está costando ir a trabajar porque se siente aburrida en su trabajo y cree que ya no le representa un desafío. ¿Alguna vez has tenido ese problema? Porque yo sí.
En la primera parte de esta serie devocional vimos que Jesús ayudaba a Fran a comprender que el aburrimiento puede conllevar a un descuido laboral. El día llegó a su fin y Fran regresa a casa. Después de la cena, recibe una llamada de su amiga Laura, una profesora. Hablan por un minuto y Fran le pregunta, “Laura, ¿llevas enseñando como 8 o 9 años verdad? ¿No te cansas de enseñar? ¿No te aburres?” Laura le responde, “claro, claro que sí, y muchos días”. Fran la cuestiona, “¿entonces si te aburres, por qué enseñas?” Pero la respuesta de Laura es tajante, “ Fran, he aprendido a diferenciar entre días y tiempos de aburrimiento y estar aburrida con mi trabajo. Creo que Dios me ha llamado a enseñar y siento que puedo tener un impacto cristiano en la vida de mis estudiantes, pero eso no quiere decir que a veces no me sienta aburrida”.
“Hmm”, Fran continúa preguntando “¿pero cómo puedes enseñar si te sientes aburrida?” Laura le enseña algo valioso: “veras Fran, aquí la palabra clave es mis sentimientos, no puedo permitir que mis sentimientos controlen mis acciones. Mientras yo reciba el cheque que paga mi trabajo, me debo a mis estudiantes y debo ser la mejor docente posible”. Escuchando a Laura, Fran siente convicción. “Sí, Laura, lo sé, pero últimamente me siento tan aburrida con mi trabajo que no he tenido muchas ganas de trabajar duro. Sé que no estoy dando lo mejor de mí, Jesús también lo sabe, y eso no se siente muy bien”. Laura concuerda y dice, “sí, lo se, yo también he estado allí”.
Fran sinceramente desea ayuda, “¿cómo haces? ¿cómo logras trabajar aún cuando te sientes aburrida?” A lo que Laura responde, “pues te sonará como loca, pero yo me hablo a mi misma, y me digo: mira, hoy no eres profesora, eres una actriz, debes jugar el papel más convincente jamás visto, como una gran maestra… hago un cambio mental, me veo como una actriz en una tarima, y juego el papel de maestra’. ¿Entiendes eso, Fran?” “Pues, si, un poco, un cambio de mente, comprendo…” dice Fran. Laura le explica, ”es mi forma de salir del estancamiento mental” Esa noche al acostarse, Fran ora, “Dios, dame un cambio de mente para no caer en el aburrimiento. Gracias, de verdad lo necesito”. Y con eso cae dormida.
Espero que me acompañes en el próximo devocional para ver cómo Fran aprende a enfrentar su aburrimiento con el trabajo.
A continuación puedes escuchar la segunda parte de la serie devocional “Haz lo mejor en tu trabajo”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.