Una persona tiene contentamiento cuando está satisfecha con lo que es y lo que tiene. Aparte de eso, no desea nada más. ¿Te identificas con esta descripción? Debo confesar que la mayoría de veces a mí no me describe. Cuando veo que construyen una casa, pienso en lo maravilloso que sería tenerla. Veo todos los catálogos que llegan a mi casa, me puedo convencer fácilmente de “necesitar” algo que me llama la atención. Podemos perder nuestro contentamiento al desear ser otra persona con una vida distinta, en otro lugar, con dones y habilidades diferentes.
Vivir descontento seca la gracia de Dios. Causa que vivas sin descanso, enfocado en ti mismo, lleno de resentimiento y envidia. Hebreos 13:5 dice, “No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: «Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré»”. Seamos intencionales al trabajar con este tema y orar para ser agradecidos en todo tiempo y circunstancia. Si das la más mínima oportunidad a la codicia, el enemigo te hará zancadilla. Él sabe que un cristiano no puede dispensar gracia si está descontento. Por eso, te susurra mentiras y te convence de que tu vida no está completa ni plena a menos que consigas “lo que falta”.
Podemos aprender el contentamiento. El apóstol Pablo dijo, “…porque he aprendido a estar contento con lo que tengo. Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco”. Una vida de satisfacción con lo que tienes y eres, permite que fluya la gracia de Dios.
A continuación puedes escuchar la cuarta parte de la serie devocional “Disfrutando Su gracia”, un mensaje de The Christian Working Woman en español por Mary Lowman. Si te interesa escuchar la serie completa visita nuestra lista de reproducción en Spotify o también puedes encontrarnos en plataformas como Soundcloud.