Muchos piensan que cambiar se refiere a conseguir otra pareja, pero lo cierto es que hacer cambios a modo personal contribuirá a que la dinámica de pareja mejore cada vez más. La voluntad de Dios es que vivamos un matrimonio pleno hasta que la muerte nos separe, pero para ello es necesario trabajar en nuestro carácter.

¿Cómo podemos hacer cambios personales?

Lo primero que debemos hacer es asumir nuestra responsabilidad, porque muchas veces caemos en el error de culpar a otros por nuestros errores. Pero no podemos actuar de esta forma, pues debemos entender que somos responsables de las decisiones y las actitudes que tomamos. Y es por esto que también debemos dejar de señalar las actitudes erróneas de nuestra pareja y empezar a trabajar en las nuestras. No podemos liderar bien nuestro hogar si no mejoramos esas cosas que nuestra familia nos está pidiendo que cambiemos. 

Algo que también podemos hacer es reconocer cuando hacemos algo bueno y también cuando hacemos algo malo, es importante que reconozcamos nuestro error y trabajemos para mejorar. No hay nada más dañino que no confesar nuestra falta, porque así será muy difícil que nuestra relación mejore. En Lucas 15 vemos el ejemplo del hijo pródigo, que cuando regresó a casa de su padre lo primero que dijo fue: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”. Tenemos que reconocer que nuestras faltas son un pecado hacia Dios, pero también hacia la persona que hemos ofendido. 

Una vez identifiquemos esos malos comportamientos, debemos apartarnos de ellos y cambiar. Por ejemplo, muchas veces seguimos aplicando  los malos patrones de conducta que vimos en el matrimonio de nuestros padres, y cosas como esta simplemente no ayudan a que veamos un cambio. No obtendremos resultados distintos haciendo siempre lo mismo. Dios está con nosotros aún cuando luchamos por cambiar nuestra conducta, por esto  debemos creer y apropiarnos de ese amor de Dios que no nos señala, sino que nos ayuda a cambiar y a mejorar nuestras relaciones. La Biblia dice en el Salmo 19:12: “¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas”.  Busquemos a Dios en oración y pidámosle que nos ayude a cambiar esas cosas  que son piedra de tropiezo en nuestras relaciones. 

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