En esta nueva serie de devocionales, estamos hablando de los Cuerpos de paz, específicamente del Cuerpo de Paz de Jesús. Recordemos que Jesús dijo: “dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”. Todos los seguidores de Cristo tienen este llamado, pues es un camino de bendición.
Recordemos cuál es la diferencia entre ser un trabajador por la paz y uno que la guarda o la mantiene. Los que mantienen la paz no se quieren involucrar en nada que no sea placentero, tienen un enfoque pasivo hacía la paz. Por otra parte, los que trabajan por esta, están dispuestos a incomodar la paz reinante con el fin de lograr una mayor. No temen buscar conversaciones confrontadoras.
Veamos esta situación hipotética: manejas un grupo de personas dentro de tu organización y entre ellos hay dos que no se caen bien, por ende están generando tensión en el ambiente. Tu trabajo, no sólo como gerente, sino como miembro del Cuerpo de Paz de Jesús es ayudarles a resolver sus diferencias y traer paz al ambiente laboral. Podrías intentar separarlos pero eso no es lo que hace un hacedor, ¿cierto? Eso es lo que haría alguien que solo guarda la paz. Al contrario, como alguien que trabaja por esta, buscas que los dos trabajadores encuentren este bien preciado el uno con el otro. El buscar de verdad que resuelvan sus diferencias y el problema que están causando requiere de una conversación confrontadora.
Una opción podría ser reunirlos a ambos, exponer el problema y no permitirles señalarse el uno al otro, ni que se echen culpas sino explicarles que deben trabajar juntos de forma amable si desean mantener sus empleos. Podrías aconsejarles resolverlo juntos y que el resultado final debe ser que puedan trabajar en armonía. Otra opción puede ser, tener la misma conversación confrontadora con cada uno y luego darles una tarea que deberán completar juntos buscando los mejores resultados.
Una persona cercana a este ministerio tuvo dos empleados que no se toleraban debido a diferencias culturales. Finalmente los tuvo que llamar a su oficina y exigirles que trabajaran de forma amigable o ambos perderían sus empleos. Esto los motivó a trabajar juntos y en el proceso se conocieron mejor hasta llegar a ser amigos y así permanecen hasta el día de hoy. Solo requirió de una conversación confrontadora. ¿Tienes una conversación así pendiente? Recuerda: has sido llamado a trabajar por la paz. Entonces ora por el asunto y luego con la ayuda de Dios hazlo. Conviértete en un hacedor de paz en el Cuerpo de Paz de Jesús.
Encuentra los devocionales originales en inglés en: https://christianworkingwoman.org/ The Christian Working Woman.org. Y escúchalos todos los días en: www.supresenciaradio.com