¿Te parece que Dios está callado en tu vida en este momento? Hay una historia en la Biblia que te animará. El evangelio de Juan nos cuenta acerca de los amigos de Jesús: Lázaro, María y Marta. Cuando Jesús se enteró de que Lázaro estaba enfermo, no salió corriendo a curarlo; en lugar de eso, se quedó dónde estaba por dos días más y antes de que Jesús llegara a Betania, Lázaro murió. Para María y Marta el silencio de Jesús fue algo desconcertante. Ambas le dijeron al Señor: “Señor, si tú hubieras estado aquí, nuestro hermano no habría muerto”. Puedes escuchar la pregunta en sus palabras: “¿Por qué?”.
Ellas sabían que Jesús habría podido llegar a tiempo si hubiera querido y sabían que Él habría podido sanar a Lázaro. Simplemente no podían entender (y ciertamente pudieron haber interpretado las acciones de Jesús como negligencia) que a Jesús no le importaba, que Él no quería ayudarlas. Pero había un propósito en el silencio de Jesús. Marta y María simplemente no podían verlo en ese momento. No podían ver sus huellas, eran huellas invisibles. Pero Jesús utilizó este silencio para hacer algo aún mayor: 4 días después de morir, Lázaro fue levantado de entre los muertos por Jesús, mostrando así su poder y como resultado muchos llegaron a la fe redentora.
Tal vez nunca puedas descifrar exactamente cómo encajan todas las piezas del rompecabezas de la vida y lo que cada una significa, pero es ahí donde necesitas poner en práctica la fe tipo “pero si Él no lo hace” y permanecer fiel y obediente al Dios que todavía tiene todo bajo control, quien todavía es soberano y quien todavía te tiene en su mano, aunque tú no lo veas o lo sientas. Ésta es la clase de fe que es agradable a Dios, fe que está determinada a confiar aun cuando Él no ha respondido todas las preguntas, cuando no has oído ninguna voz del cielo. Dios te hablará a través de su palabra tal vez no respondiendo la pregunta “por qué”, pero revelándote el importante “quién”.
Puedes descansar al saber que nunca en esta vida comprenderás completamente todos los caminos de Dios; ellos están y siempre estarán por encima de nuestros caminos. Por eso tienes que resistir el tratar de explicar un Dios inexplicable. En vez de eso, ¿escogerías confiar en Dios y seguir creyendo que Él tiene un plan y un propósito, aunque el futuro se vea oscuro? ¿Elegirías creer que sus huellas están allí en tu vida, aunque no las veas en este momento y que Él está haciendo lo que está haciendo por tu bien?
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