Cynthia definitivamente dejó su lugar de trabajo mucho mejor de como lo encontró. Hace varios años ella trabajó con una compañera que le había dejado claro que jamás serían amigas por su color de piel. Cynthia era afroamericana y es difícil creer que alguien diría eso tan directamente, pero esta persona lo hizo. Gracias a Dios ella pudo ir más allá de sus sentimientos heridos y responder de la manera más apropiada. Oró mucho por esta situación y tuvo la idea de comenzar algo que llamó: “proyecto amor”.
No lo anunció ante sus compañeros, solo decidió hacerlo. Aparte de ser amable y considerada todos los días, decidió invitar a cada uno de ellos a almorzar. Semanalmente entregó una invitación escrita a mano, incluyendo a esta mujer que dijo que jamás podrían ser amigas. ¿Quién podría rechazar tal invitación? Así que las dos fueron a almorzar y se empezaron a conocer, esta mujer comprendió lo equivocada que estaba. En poco tiempo se convirtieron en muy buenas amigas.
Ahora abiertamente y orgullosa proclama la amistad que las une, y aunque ya no trabajan juntas se mantienen en contacto. Cynthia dejó ese lugar y esa relación mucho mejor de como la encontró. Pudo haber respondido con rabia y amargura, pero decidió responder con el amor de Jesús.
Este es el poder que tenemos como creyentes, porque tenemos al Espíritu Santo en nosotros que nos ayuda hacer lo que de otra manera sería imposible.
Esperamos que recuerdes este sencillo slogan de los Boy Scouts, “Déjalo mejor de como lo encontraste”. Pero hazlo principalmente por dar honra y gloria al nombre de Jesús. Es una buena manera de mostrar el amor de Dios por otros.
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