Autor: Paola Rincón
Recuerdo cuando niña, salía de la mano con mi papá y pasábamos tiempo juntos mientras él me contaba historias y disfrutábamos del sol.
Me sentía segura con él, sabía que él no permitiría que nada malo me pasara y sus abrazos me aseguraban que su amor por mí cada vez sería más fuerte. Nos volvimos cómplices.
De él heredé la pasión por las buenas fotos y capturar cada momento de la vida, buscar ángulos diferentes y nuevas composiciones. Cada paseo era una oportunidad para quedarnos atrás y ver la vida en cámara lenta mientras los demás avanzaban a su ritmo.
También, heredé de él amor por la música.
Pero, ¿Cuál es el rol de un padre en la familia?
El rol principal es cuidar y proteger a su familia. Tiene la responsabilidad de velar para que no les falte nada. Con sus palabras y acciones, afirma a sus hijos y desarrolla en ellos confianza, auto aceptación, carácter y amor propio.
La relación de un padre con su hija, le permitirá sentirse valorada y amada.Por su parte, la relación entre padre e hijo logrará que sea fortalecida su seguridad y confianza en él mismo y su entorno.
A través de los años, he admirado de mi papá su dedicación, amor y la guía que él siempre nos ha brindando, pero también, su fortaleza y su amor incondicional.
Ser papá, tiene momento difíciles.
En conversaciones con mi papá, he conocido su corazón y me ha revelado sus momentos difíciles como cabeza de mi familia. “Recuerdo ese día cuando te dejamos en esa gran ciudad, sentí que se me partió el corazón” fueron sus palabras un día mientras hablábamos y recordábamos el momento en el que decidí iniciar la universidad en otra ciudad.
Fue un tiempo difícil para los dos. En ese momento e incluso ahora que ya han pasado varios años, hablábamos todos los días y desde la distancia siempre sentí un padre que con autoridad estaba cuidando de su hija.
Y… ¿Qué hacer cuándo no tuvimos un papá o si estuvo, no fue nuestro protector?
Dios es nuestro Padre. Es quien nos provee, nos sana, nos protege y nos cuida siempre. Es quien está pendiente de nosotros, quien nos ama sobre todas las cosas.
“Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.” Jeremías 1:5.
Dios desea restaurar nuestra relación con Él, sanando la nuestra con papá terrenal, quiere enseñarnos a tener un vínculo real tal como Él la tuvo con su Hijo Jesús. Él desea que tu vida sea diferente y con propósito.
Escucha ya nuestro programa “Para Papá” y descubre cómo tu padre terrenal y celestial influyen en el curso de tu vida.
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