Venimos hablando de cómo los cristianos podemos dejar las cosas mejor que como las encontramos. En nuestra primera entrega te dimos ideas acerca de cómo dejar tu trabajo mejor de como lo encontraste, hoy queremos que consideres cómo dejar mejor tus relaciones después de hallarlas.

Lo primero es entender que las relaciones son como una lija en nuestras vidas. Es claro que necesitamos vivir en relación con otros, sin embargo, llevarnos bien con las personas puede ser la tarea más difícil que se nos asigna. Entonces, ¿cómo podemos dejar nuestras relaciones mejor que antes?

Comencemos con lo que llamamos ‘la regla de oro’. Jesús nos dio esta regla cuando dijo: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas”. Jesús nos invita a tomar la iniciativa para mejorar nuestras relaciones, y a no esperar que la otra persona sea quien lo haga. ¿Te ha maltratado alguien últimamente?, ¿estarías dispuesto a aplicar esta regla de oro y responderles de la manera que quisieras que te respondieran a ti? Si es así, definitivamente mejorarás esa relación.

En Filipenses capítulo 2 hay otro principio Bíblico que te ayudará a dejar las relaciones mejor que como las encontraste: “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás”.

Poner a los demás primero es una ganancia segura cuando se trata de mejorar las relaciones. Tal vez, al leer esto te rasques la cabeza o no puedas entender cómo puedes cumplir con este principio en tu vida. ¿Considerar a otros mejores que a nosotros? Puede sonar poco natural y casi imposible. Una buena ayuda para comprender esto es orar y pedirle a Jesús que te ayude a ponerlo en práctica. Dios te mostrará que comienza con una actitud del corazón y te llevará a ver a los otros de esta manera.

Si cambias tu manera de pensar, si recuerdas que los demás son igual de importantes a ti y que lo que ellos hacen es igual de importante a lo que tu haces, podrás comenzar a velar por sus intereses y no solo por los tuyos. Si practicamos estos dos principios en nuestras relaciones, sin duda las dejaremos mejor de como las encontramos.

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